A lo largo de la última década hemos visto avances de asombro en el universo de las redes inalámbricas. Uno de ellos, el más necesario para completar la famosa frase “se me cayó al red wifi”, es el LiFi (Light Fidelity). Una tecnología con la que la luz es mucho más que luz.

En brevedad, LiFi es un sistema de transmisión de datos mediante luz visible o VLC (Visible Light Comunicación). La primera vez que surgió en temas de innovación hablar de LiFi, fue por Suat Topsu, profesor en la Universidad París-Saclay y consejero delegado de la compañía Oledcomm. En 2005, Topsu empezó a estudiar la capacidad de transmisión de datos de la luz. Queriendo sustituir al WiFi en julio de 2011 Harald Hass, un profesor de la Universidad de Edimburgo, acuñaba el término durante una charla TED.

Los principios de esta tecnología se basan en alterar la frecuencia de la luz visible entre los 400 y los 800 THz. Se usan paneles LED que parpadean a tal velocidad que es imperceptible para el ojo humano, pero sí para una foto receptor que debe conectarse al dispositivo. Es el equivalente a conectar una antena WiFi a un ordenador de sobremesa, solo que en vez de interpretar la señal WiFi interpreta una bombilla encendida o apagada, unos y ceros.

Las ventajas del LiFi son muchas, pero podemos resumirlas en tres: velocidad, interferencias y seguridad. Por la velocidad que los sistemas LiFi pueden alcanzar, no es baja. La primera prueba en nuestras instalaciones en Lima, Perú dejó ver 100 Mbps y se espera que la velocidad a conseguir con esta tecnología se estable. Por ello, entonces hablamos de 100 veces la velocidad media del WiFi.

La señal LiFi es más estable que la señal WiFi porque la luz está concentrada en un área particular. Por lo tanto, tenemos un mejor flujo y una mejor estabilidad; pero, por otro lado, la movilidad es menor que con la señal WiFi.

LiFi es ideal para hospitales donde la interferencia entre dispositivos inalámbricos puede representar un riesgo para los pacientes. De hecho, no hay interferencia entre una señal WiFi y una señal LiFi. Finalmente, la tecnología LiFi no emite ondas de radio y por lo tanto reduce la exposición de las personas a las ondas radio. Según el Consejo de Europa, las personas no deberían estar sujetas a una exposición de ondas de radio superior a 0,6 V/m.

A la tecnología LiFi todavía le queda mucho camino por abarcar muchos sectores que lo necesitan por la falta de conexión segura y red estable, en comverde avanza a la vanguardia de la tecnología sin pausas.

Yvon Ferrette
Gerente General de Comverde Sac